top of page
IMG_1027.jpeg

VIAJAR

Viajar, la terapia que no tiene precio

POR NATALIA SERRANO

18 de enero de 2018

Buscamos perdernos. Descubrir mundo mientras nos descubrimos a nosotros mismos.

 

¿Quién no ha querido alguna vez viajar a una isla perdida y desconectar del mundo?

 

Conocemos mundo a través de nuestras televisiones, nuestros móviles, internet y los libros todos los días.

Sois de las que veo una foto, un reportaje o un vídeo sobre ese rincón recóndito de bali o aquella montaña en medio de los Andes y directamente sueño despierta que estoy ahí.

Por unos minutos, por unos segundos, viajamos con la mente.

 

Pero, ¿Y la vida que nos da llegar ahí de verdad?

 

El tiempo que tenemos ya es lo suficientemente limitado como para no invertirlo en conocer, descubrir y viajar a todos los lugares del planeta dónde sabemos que vamos a ser felices.

 

Solos, acompañados, en busca de un retiro personal o un viaje con amigos ¿Qué más se puede pedir?

 

Por eso, viajar debería ser la terapia a la que todo el mundo debería acudir, al menos, una vez en la vida.

 

Y no hablo de tener que irse a la otra punta del mundo para poder disfrutar de esta receta terapéutica. Hay destinos que pillan a “un tiro de piedra” y que pueden ser igual de gratificantes, y más en un país tan lleno de contrastes como el nuestro.

 

El tiempo es oro. Eso, lo tenemos claro. Pero como elegimos invertirlo, solo depende solo de nosotros.

Está muy bien y es necesario trabajar para vivir (que no vivir para trabajar).

 

Pero yo voy más allá: también invierto en viajar, en descubrir lo que es realmente vivir para mí.

 

Todos tenemos un lugar al que deseamos ir desde hace tiempo.

 

Así que yo no lo pensaría más: viajar también es vivir.

bottom of page