
Todo el mundo debería descubrir su marca personal
POR NATALIA SERRANO
25 de octubre de 2024
Tuve una asignatura en la universidad que se llamaba reputación corporativa y a pesar de lo que todos esperábamos de la asignatura, nuestra profesora le dio un giro de 360º que nos rompió los esquemas por completo.
Hablo de 4º de carrera, un año en el que creemos que sabemos un poco más de todo cuando la realidad es que no sabemos de nada.
Aunque pensamos que tendría que ver con nombres e historias de marcas y más marcas, empezamos la clase hablando de nosotros mismos y de algo a lo que nuestra profesora llamaba marca personal. Y sí, nos quedamos un poco con cara de póker.
¿Qué es eso de la marca personal?
Es lo que nos hace ser nosotros. Qué nos caracteriza, qué nos define, qué nos representa… y así una larga lista de etcéteras.
Hay que pensarlo como si fuera una marca comercial pero aplicado a nosotros mismos.
Qué imagen queremos promocionar, cuáles son nuestros valores y cómo nos queremos diferenciar para conseguir un mayor éxito profesional.
Si lo pensáis, es hasta divertido. Imaginaros alguna marca que os guste mucho y con la que os sintáis muchas veces identificados, pero en este caso, sois vosotros los que decidís su trayectoria, su propuesta de valor, su mercado, su público… Sois los dueños de esa marca.
¿Es bastante guay verdad?
Pensad que, si no somos capaces ni nosotros mismos de diferenciarnos de los demás y ser capaces de transmitir al resto lo que nos hace diferentes, ¿Quién lo va a hacer por nosotros?
Por eso, aquí van algunos consejos para construir tu marca personal:
1.Definir quién eres: es importante conocerse primero y saber que quieres que el mundo vea de ti. Qué quieres transmitir. ¿Cuál es mi marca y por qué el mundo debería conocerla?
2.Establecer tus objetivos: una vez has definido el “Quién soy”, como otra marca cualquiera, es importante que se establezca una misión, una visión y unos valores.
Con una frase corta, hay que fijar una misión que supondrá la razón de existir de tu marca personal. Tu declaración de intenciones vaya. Por ejemplo, la misión de mi marca personal es ayudar a dar a conocer tu página web a través de la publicación de textos y artículos.
¿La visión? Fácil. Se trata de fijar las metas a corto y largo plazo que te vas a proponer para alcanzar tus objetivos. En este caso, te haces preguntas como: ¿Qué quiero conseguir? O ¿Dónde quiero estar en un futuro? Por ejemplo, mi visión es convertirme en una referencia en el mundo de la redacción a nivel online.
Y, por último, los valores. Todo esto, siempre tiene que estar enmarcado en unos principios sobre los que se sustentan las decisiones que tomamos para conseguirlo. Por ejemplo, mis valores serían persistencia, transparencia y compromiso.
Para establecer todo esto, siempre viene bien realizar un análisis DAFO, que nos guíe y nos oriente de cara a establecer esta misión, visión y valores.
3.Crear la identidad de marca: ¿Qué nombre le vas poner a tu marca? ¿Qué la hace única y que la diferencia de los demás? Es importante escoger aquellos elementos que van a ser identificativos de la marca y que el público va a relacionar fácilmente con ella.
4.Definir tu público objetivo: está claro que, aunque queramos abarcar el máximo rango de públicos posible, es importante hacer un estudio de mercado y centrarse en el que más se adecue a nuestra marca. Acotar el mercado e identificar quienes tienen unas necesidades e intereses afines a tu marca.
5.Mensaje y tono de la comunicación de la marca: una vez se tiene clara la identidad de la marca y el público al que nos vamos a dirigir, es importante establecer un tono con el que dirigirnos. Cercano, que inspire confianza y acerque al público a tu marca personal. Al final, hay que pensar que estamos transmitiendo lo que somos.
6.Emprender acciones: aquí empieza lo divertido. Cuando tenemos todo listo para salir al mundo y es hora de lanzar nuestra marca y dejar que vuele.
7.Medir resultados: por último, el clásico prueba y error. Lo más probable es que a lo largo de nuestra trayectoria tengamos que pivotar varias veces hasta llegar al lugar dónde queremos que este la marca.
Total, que muchas clases de reputación corporativa después, nunca más se nos olvidó lo que era una marca personal y aprendimos a crearla y moldearla.
Recordad, que somos nosotros siempre los que elegimos cómo queremos que nos vea el mundo.